EL CATARISMO Y LOS CATAROS EN LAS TIERRA DE OCCITANIA.

domenica 10 febbraio 2008

CÁTAROS Y CATARISMO EN CATALUÑA

El catarismo tuvo una importante repercusión en la sociedad catalana, sobretodo a partir de la segunda mitad del siglo XII (el primer documento que habla de una comunidad cátara catalana en el Valle de Aran, está fechado en 1167), y hasta finales del siglo XIII. Presentaba muy pocas variantes doctrinales respecto al catarismo occitano, debido principalmente, a la rigurosa jerarquización de la iglesia cátara.

Fue introducido desde Occitania siguiendo el procedimiento habitual de los cátaros, a través, sobretodo, del comercio y de la industria, principalmente la téxtil (que durante el siglo XIII dependía, en gran parte, de comerciantes occitanos), y se incrementó con la llegada de nobles occitanos cátaros, motivada por la represión religiosa en Occitania y favorecida por la corona catalanas, por la importante entrada de capital que comportaba, por los intereses derivados de la guerra contra los sarracenos y por la repoblación de los territorios conquistados.

Por otro lado, la amplitud de su difusión se explica, en parte, por las crisis sociales que implicaron en Cataluña el nacimiento de la burguesía. Los grandes señores feudales, interesados por afianzar, delante de la feudalidad eclesiástica, las posiciones logradas, eran propensos a la adopción de una doctrina que comportaba la supresión del poder temporal de la Iglesia. A pesar de ello, fue con el nacimiento y la expansión de la burgesia, cuando el catarismo consiguió una mejor adecuació a los intereses de clase, y de esta manera, en la medida que era una doctrina que no solamente no condenaba las actividades mercantiles, sino que incluso las favorecía, y que en su concepción dualista encajaba con la valoración burguesa de las dos grandes realidades sociales del momento: el mundo agrario y feudal, basado en el sentido sagrado del linaje y de la propiedad territorial, considerado por aquella como un estorbo y una representación del mal, y el mundo artesano y comerciante, que encarnaba el bien.

Las zonas más influídas por la nueva doctrina fueron el Rosellón y los valles pirinaicos, donde las grandes familias tenían importantes lazos familiares, culturals, militars y económicos con Occitania. La zona catalana pirinaica occidental llegó a ser también, refugio y centro de actividades cátaras, destacan: Andorra, la Tor de Querol, Berga, Josa, Gósol y Castellbó, ..., y un destacado grupo de los señores de estos territorios se convertiran en decididos protectores de la herejía. El catarismo se extendió hasta Barcelona, Lérida, Prades, Siurana, Arbolí, Cornudella, región de Morella y por las nuevas tierras conquistadas a los musulmanes.

La cruzada albigense, que suposo la represión por la fuerza del catarismo occitano, tuvo una gran repercusión para Cataluña: representó el final de la expansión catalana en tierras occitanas, y pasarán a formar parte del reino de Francia, a partir de la derrota sufrida por el rey Pedro I en Muret (1213), y también será el comienzo de una importante emigración que contribuirá a la conquista de tierras musulmanas y beneficiaran la expansión catalana por Italia, gracias a la imagen tolerante de Cataluña, transmitida por los cátaros refugiados principalmente en Lombardía.

En la corona catalano-aragonesa la represión de la herejía, que interesaba sobretodo a la Iglesia, estaba condicionada por sus repercusiones en la política occitana de los reyes. Alfonso el Casto y Pedro I la condenaron varias veces, seguramente para proteger a los nobles de una represión más dura; pero al final Jaime I terminará cediendo a las presiones papales que pedían con urgencia la extinción del catarismo. A mediados del siglo XIII fue establecida definitivamente la inquisición como institución, y bajo el control de los dominicos.

Las últimas reminiscencias del catarismo en el Reino de Aragón fue la comunidad de San Mateo en el Maestrazgo, dirigida por Guilhem Belibasta, que en su prolongado exilio occitano, se estableció (1315) durante seis años en Morella.

http://www.xtec.es/~apalau12/catarcas.htm

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